Before the rain

Este post esta escrito sin acentos pero con ñ

Hay una pelicula que me gusta mucho, “Spy game”. Es casi una tipica pelicula noventera (aunque en realidad es del 2001), y tiene una escena que me gusta mucho:

En esta escena, el personaje de Robert Redford (un espia que esta en su ultimo dia en la CIA) se acaba de dar cuenta de algo; nunca nos dejan claro si a estas alturas el sabe bien lo que esta pasando o solo lo intuye , pero por cualquier razon, comienza a prepararse. Y su asistente (el personaje de Marianne Jean-Baptiste) le hace cierta burla. El espia contesta con esa frase (en forma de preguna retorica): el arca biblica fue construida antes de la lluvia.

El burnout es algo similar. Hay arcas, pero hay que construirlas antes de la lluvia. O en este caso, antes del fuego.

Cual es el fuego del burnout? Usualmente pensamos en la sobrecarga de trabajo. Y claro que es un factor, pero. PERO. Creo que no es la unica causa. De hecho, creo que es posible tener burnout en un trabajo que podriamos manejar, si las condiciones fueran diferentes.

Una perspectiva interesante viene de Byung-Chul Han. The burnout society es una obra relativamente corta que postula que vivimos es un “exceso de positividad”: especificamente, que la sociedad moderna nos libera de la presion negativista de epocas previas, donde obedecer era la norma y tu vida se veia definida por lo que no podias hacer. Hoy, todo es posible: puedes lograr lo que quieras!

Han continua esa linea de pensamiento teorizando que este positivismo incesante nos dirige inevitablemente al logro. Antes era posible, si aceptabas “tu lugar en el mundo”, relajarte. Pero en esta nueva sociedad, no es posible relajarse: si te relajas, no estas logrando. Pensemos en la idea de “perder el tiempo”: que asociamos con esta frase? Pensar, claro. Si estas pensando, no estas haciendo. Y solo haciendo, puedes lograr. Y teniendo la libertad de lograr, porque no lo buscarias? Sabes cuantas personas antes de ti murieron sin esa oportunidad? Tu eres libre. Aprovechalo!

El libro liga este “modo” con una forma especifica de usar el cerebro: la hiperatencion. Y lo compara con la forma de vivir de otras especies: una vigilancia constante de los estimulos, so pena de sufrir algun catastrofico desastre (ser devorado, perder la presa, no entregar a tiempo el proyecto). Y sugiere que este “modo” esta en directa oposicion a la “inmersion contemplativa”: una forma de concentracion donde la mente puede “orar”. Donde hay quietud, y se puede añorar. Una concentracion “profunda” en contraste con la concentracion “plana” de la hiperatencion.

Hace poco me diagnosticaron con TDAH. Antes de eso fui aprendiendo del tema, y hay una caracteristica practicamente identica de esta condicion: el hiperfoco. El cerebro con TDAH puede facilmente “perderse” en la concentracion sobre un tema, siempre y cuando le interese. Este interes usualmente tiene un componente emocional: nos vamos al hiperfoco sobre lo que nos hace sentir bien. Yo uso el hiperfoco para mi beneficio todos los dias: aprender siempre estuvo bien visto y era recompensado en mi casa, y toda la vida fui halagado por “saber mucho”, regurgitar ideas de cosas que habia leido y comprendido. Las computadoras fueron algo comun en mi casa toda mi vida, y eran una forma el que mi papa y yo conectabamos (otra: el futbol americano). A que me dedico hoy? A “saber mucho” de computadoras, algo que convenientemente me permite tener una vida comoda.

Creo que he pasado por un par de burnouts en mi vida. Cuando tenia 15 me sali de la preparatoria y pase casi un año “perdiendo el tiempo”. Al final mis planes no salieron como queria y acabe regresando a la preparatoria. Ese año quise largarme tan lejos como podia de la escuela; no aguantaba estar ahi. Hoy me doy cuenta que no aguantaba esa escuela. Muchos años despues, cuando estuve en el CELE, pase al menos un par de años en un estado de minimo esfuerzo; mi trabajo era tan ligero en obligaciones que podia pasarmela el dia entero jugando en mi laptop, y tenia tan poco interes en lo que me tocaba hacer que aproveche esa libertad al maximo.

Hoy me doy cuenta que no me faltaba interes por falta de gusto. Parte era mi cerebro y su particularidad. Pero parte era que me iba dando cuenta que la promesa de la positividad era una mentira.

Han escribe que tenemos dificultades para lidiar con el fracaso, y es muy cierto. Nos hemos creido la idea de que podemos lograr lo que sea, y solo necesitamos esforzarnos lo suficiente. Creo que el burnout tiene mucho sentido en ese contexto: nos es imposible lidiar con el fracaso, con la imposibilidad, porque estos son solo un reflejo de nuestra falta de esfuerzo. En el CELE no me faltaba libertad: me faltaban recursos. Mi rol no era administrar los sistemas, era ser un mago, de cierta manera. Lograr los resultados esperados, solo no pidas presupuesto. Y era bueno en ello: en parte porque la mayoria de los trucos ya los habia aprendido. Puras cosas tecnicas: crear un firewall de una vieja PC, encontrar cuales dos (de varias decenas de) cables viejos podia usar para sustituir un cable nuevo; etc. La desilusion vino en los procesos. No conocia esa magia. Siempre me parecio aburrida y sin sentido.

Y lo sigue siendo.

Hoy puedo evitarme un burnout. Hoy estoy construyendo mi arca.

Antes de la lluvia.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *