Candlestick has still
some magic left, to slay a
few foes, birds of prey.
Creo que en la vida hay que tomar las victorias y sonrisas como vienen, aunque sean la carne en un sandwich de decepciones. Por lo que puedo inferir, en un rato llegarán los panes, pero mientras tanto voy aprovechando un poquitín del jugo de la carne. Completamente intrascendental a gran escala, claro está… pero hoy, supo bien sabroso.
Como algunos de ustedes sabrán, estoy en una liga de fantasy football. El proceso, a grandes rasgos, es el siguiente: se juntan algunos amigos y seleccionan jugadores de americano. Lo que “tus” jugadores hagan en la vida real, te da puntos en la liga de fantasy. Cada semana hay “partidos” entre los miembros de la liga, y esta semana en particular era la última semana antes de los playoffs (o eliminatorias).
Bueno, basta del breviario. Mi situación era bastante precaria entrando al partido:
Standings, semana 14, fantasy 2009
El renglón resaltado soy yo. Resulta que a las eliminatorias clasifican los 3 líderes de cada grupo, y los 3 mejores del resto. Ahora, como se aprecia, no podía ser líder sin ganar (y que el que estaba arriba de mí perdiera). Y, por una numerosa cantidad de cuentas, no podía ser de los otros que clasificarían a menos que ganara. En resumen: necesitaba ganar esta semana.
Por supuesto, la vida no sería divertida si no me pusieran un reto grande a superar. Mi oponente es uno de los pocos que me ganó este año (los rivales del mismo grupo nos enfrentamos dos veces entre nosotros), y tiene un equipo fortísimo; tan es así, que una proyección previa al partido no me daba muchas esperanzas de ganar:
Preview, semana 14, fantasy 2009
La semana transcurrió y, al final del domingo, tenía un (muy mediocre) liderato de 6 puntos sobre mi oponente.
Al final del domingo, semana 14, fantasy 2009
El problema es que a mi oponente le faltaban 2 grandes jugadores: Larry Fitzgerald, y Kurt Warner. Ambos son de los Cardenales de Arizona, un buen equipo que se enfrentaría a un equipo mediocre de su mismo grupo, los 49ers de San Francisco. Ahora, para que me entiendan el porqué de mi preocupación: Warner promedia 20 puntos por semana, y ha anotado hasta 40 en una semana este año. Fitzgerald promedia 14 puntos por semana, con un máximo de 24 este año. Así que, en promedio, debía de esperar 34 puntos por parte de estos dos. La peor semana que han tenido ha sido de 9 y 3 puntos, respectivamente, así que en el mejor de los casos, recibiría 12 puntos en contra (evidentemente, más que suficiente para aniquilarme). Como una de las jugadas preferidas de los Cardenales es, precisamente, el pase de Warner a Fitzgerald, me consideré frito el lunes en la mañana.
Como con el chapulín colorado, no contaba con la astucia de los 49ers. Peleando por supervivencia en los playoffs (de la vida real), San Francisco destruyó a la ofensiva de los Cardenales, forzando 7 balones perdidos, entre los que destacan 2 intercepciones y un fumble de Warner (-6 puntos!), ganando su partido y limitando a estos dos grandes jugadores a solo 3 puntos COMBINADOS. Esto me dejó con tres puntos de ventaja al final:
Final, semana 14, fantasy 2009
Ahora… es difícil explicar lo complicado que fue que toda esta cadena de eventos se fuera dando. Como se puede apreciar, cometí errores en mi propia alineación (dejé a Rivers, que tenía mejor oportunidad en el papel pero que acabó dando menos que Orton; senté a Crabtree, que tuvo un partido hoy lunes, y tanto Moreno como Moats me pudieron dar más que Forsett) pero eso se da todas las semanas. Aún así, mis receptores tuvieron una gran semana (para sus estándares), y Buffalo me respondió tan bien como esperaba (se imaginan, si hubiera dejado a los Gigantes?). Pero este lunes fué… pues que puedo decir, completamente mágico. No puedo concebir que Fitzgerald o Warner vuelvan a tener tan malos números (lo cual es malo, porque puedo volver a enfrentarme contra Buried Dreams en los playoffs), y que ellos finalmente me otorgaran la victoria con su mal partido fue simplemente impresionante. De hecho, me rehusé a checar el marcador hasta que San Francisco estaba hincándose al final del 4º cuarto, lo que significaba que el partido ya estaba terminado.
Por supuesto que la victoria de los Delfines el domingo significa más para mí que esto. Digo, aún habiendo perdido este partido, los Delfines me hicieron la semana con su victoria contra los Jaguares, lo que los mantiene en la pelea por un puesto en los playoffs (de la vida real). Sin embargo… esto no deja de ser especial (dentro de su contexto limitado). Y fue algo que no espero volver a ver pronto.