Todo empieza con el caos.
Somos agentes del caos. Permiteme el argumento: como individuos, pero tambien como sociedades, tomamos de una manera alarmantemente consistente las no-mejores decisiones. A veces, las peores. A veces, a proposito.
Es interesante pensar en esta situacion. Porque, cuando tomamos una “mala decision” “a proposito”, podriamos argumentar que estamos “en problemas”. Los proverbiales, los que cuestan trabajo toda la vida. Alguna eventualidad emocional, perdida o enamoramiento o depresion. Alguna adiccion, tal vez. Un punto de vista o forma de pensar que sabemos, sentimos que esta corrupta en su esencia: algo dentro de nosotros nos dice que no esta bien.
Sentimos un cierto desagrado, un “asquito” visceral. Pero lo toleramos. Es mas: lo aprendemos a disfrutar! Es un gusto adquirido, decimos.
Como si pelear contra nuestra naturaleza fuera algo bueno.
Si, los humanos somos adaptables. Es probablemente la cualidad que nos ha mantenido vivos como especie. Y probablemente sea la que nos acabe destruyendo, tambien. Nuestras adaptaciones, como aquella escena de Fifth Element:
Hey, see now how all your so-called power serves for absolutely nothing.
He estado pensando mucho sobre el caos. Y el orden. Dualidades, balances. Rascando hasta el fondo que me sea posible, en el oceano de mis gustos adquiridos. Tratando de no ahogarme en el intento, y tal vez, llegar a la raiz de algo fundamental.
Creo que todo empieza con aceptar nuestro caos. Entropia. Es la cualidad fundamental de la vida, del universo: mas caos.
Everything that happens on Earth […] happens in the process of converting fewer, higher energy photons, into 20 times as many lower energy photons.
Somos caos.
Todos. Todo.
Aqui empieza.