Pánico escénico

Dos semanas y media… 17 días… 408 horas…

Y qué se supone que debo de saber? Mi carrera, obvio. Mis expectativas, mis planes futuros, el plan de vida de aquí a 5 años (“o sea, mínimo!”)… ah, y de qué sabor mi nieve, también. Supongo.

Es correcto esto? Pasar 5 años (ok, 6, pero no te fijes) feliz de la vida como almeja en tu… er… almeja, preocupado de objetivos perfectamente bien definidos, y de repente puff! Ya no hay barreras! Soy el único loco que piensa que tiene poco sentido?

Y lo irónico es que puedo seguir en el mismo camino… pero creo que no quiero. Cuál es el momento apropiado para decir “esto no es para mí, mejor me voy por acá” sin que eso represente un abandono de todo lo que has buscado? Confuso, sin duda. El mundo te empuja a seguir el camino predefinido, y corres el riesgo de quedarte solo (aunque eso sí, dándote la divertida de tu vida) si decides desviarte.

Diría la cocuguita: “Patrañas!”. Claro que también diría algo así como “ponte a trabajar y deja de quejarte”, pero bah, ni quien se fije…

Tal vez es el sueño. O la falta de, en su caso. Es probablemente imposible de determinar, pero lo que sí es cierto es que estoy muy cerca de escoger la ruta menos preferida… no me siento al borde de un precipicio, me siento como el perro de las dos tortas. A ver si se puede reescribir la historia.

Sigh… debí ser coordinador ofensivo…

Disyuntivas

Si pudiera yo saber
lo que aún viene,
si pudiera inferir
lo que mañana tiene.

Podría ser indecisión
o una mera disyuntiva,
de ambos lados pinta
una ruta atractiva.

Tal vez suene mal
o me vea inmaduro.
Tal vez solo sea
necesario darle duro.

Si esta mal no desear
o desear solo silencio.
puede que sea un tonto
o meramente necio.

Sin embargo sigo
buscando descanso.
A ver si mañana
por fin lo alcanzo.

Ayer te ví y pensé, eres roca.
Peñasco impertérrito que se alza
imponente sobre aquellos que, atontados
podemos solo admirar tal bonanza.

Dura y rígida por fuera, sin duda.
Inspira respeto, sorpresa y atención,
aunque es importante hacer la nota
que bien puede despertar devoción.

Y quisieran creerte por completo
desprovista de cualquier movimiento.
Ay de aquellos que, en su impotencia
no pueden entenderte por dentro.

Disculpame, claro, la pretensión
de comprender algo tan perfecto.
Pero me agrada captar, si bien poco,
la breve ironía de este aspecto.

Pues yo creo que aún siendo roca
tienes mucha vida atrapada y ansiosa,
que completamente inútiles, nosotros,
hemos solamente dejado deseosa.

Pero, ¡no más! Me declaro culpable,
responsable y por todo el designado
de verme a tu lado, duro empujando
siendo tal vez, si deseas, tu aliado.

Oh, yo entiendo, tal vez soy ingenuo
al pensar que podría hacerte rodar.
Pero creo que, de lograrlo algun día
seguro que ya no podrías parar.

Pues fiel a las leyes de nuestro universo
iniciar tu camino implica un gran reto
pero si es superado, y logras iniciar,
sería simple inercia el ruedo perpetuo.

Tal vez sueno como si fuera automático
que, ya comenzando, siguieras tú sola.
Me permito aclarar que pretendo, contigo
correr más que aquella proverbial caracola.

Así pues, hoy también, te veo y eres piedra.
Yo diligente, reuniendo energías
seré leviatán que sacuda tu mundo
y, si me aceptas, brindarte alegrías.