La ultima vez que escribi en este blog, estaba saliendo de un curso fantastico en la ciudad de Bratislava, en Eslovaquia. Llevaba algunas semanas platicando con una maravillosa mujer que parecia estar tan enamorada de mi como yo de ella, a pesar de la brevedad de nuestra relacion. En unos dias, mi hija llegaria (junto con mi ex y mi papa) a mi casa, y planeaba pasearlos tres semanas por todos los lugares que pudiera alrededor de mi ciudad. Mi teclado aun tenia acentos. La vida pintaba bonito, pues.
He pasado los ultimos nueve meses desde entonces redefiniendo muchisimas cosas sobre mi vida. La relacion con aquella maravillosa mujer paso a ser pieza central de mi vida. Me elevo, y luego me aplasto, y luego me impulso a realizar cambios dramaticos en varios aspectos. La visita de mi familia fue increible por una semana, y terriblemente incomoda las siguientes dos. Planes fueron hechos, y meses despues, terrible y sorpresivamente deshechos. Hice uso de cada hilo en mi red de soporte, al punto que (sospecho) algunos de ellos ya estan hartos de escuchar de mis problemas. Fui a Mexico de “vacaciones” y regrese con mas dudas de las que me fui. Y me doy cuenta que sigo cometiendo los mismos errores, time and time again.
Pero no he salido de este periodo sin lecciones importantes. Es mi intencion a lo largo de los proximos posts, el hacer un resumen de estas lecciones, en ningun orden de importancia particular. Ademas de lo que mencione en Junio (crear esa ventana para el Sergio del futuro), creo que es importante plasmar estas ideas para afianzarlas en mi cabeza. Me he dado cuenta que soy muy propenso a caer en mis viejas mañas, y si no hago el esfuerzo consciente de redefinir mis conductas, jamas voy a cambiar de una manera significativa. Eso tambien es un favor para el Sergio del futuro.
Si algo puedo resumir en general, es que he descubierto que tengo mas fuerza interior de la que creia. Por años lleve una vida monotona y, en general, navegando a traves del camino con el menor numero de obstaculos – a veces por deseo propio, y a veces por circunstancias ajenas a mi. Los ultimos tres años me han lanzado problemas interesantes, que me han forzado a cambiar mi perspectiva y, en ocasiones, tambien me han forzado a cambiar en general. Me siento muy afortunado por tener estas experiencias, ya que es a traves de ellas que he descubierto – y sigo descubriendo – que todavia tengo energia para mas batallas. A los 36 años, eso es un excelente descubrimiento.