Hace seis meses yo no podia correr un kilometro.
Estaba tan fuera de forma fisica, que cuando fui por primera vez al gimnasio en Julio del 2019, sali terriblemente adolorido (de todos lados, en realidad) y con una sensacion de arrepentimiento de siquiera haberme atrevido a entrar ahi. Me senti observado, juzgado, por todas las personas bonitas que estaban en el gimnasio y que seguramente pensaban que yo era un panzon sin ninguna razon logica de estar invadiendo su espacio de entrenamiento. Me senti tonto por querer incursionar en un campo tan ajeno a mi, e inutil por no poder vencer el dolor, perserverar, y triunfar en mi primera incursion.
Cuando escribo esto me da una mezcla de pena (por haberlo sentido, por expresarlo) y risa. Porque es marcadamente absurdo! Para empezar, a nadie le importaba si estaba ahi (o al menos, no por mi falta de condicion). El “gym-goer” que critica a quienen estan fuera de forma es un boogeyman similar al pusher que regala droga afuera de las escuelas: seguramente si hay casos, pero son muy contados, y rechazados en general por la sociedad. Pero en ese momento, era 100% real, al menos en mi cabeza.
Hace seis meses estaba tan fuera de forma fisica, que el viaje de 15 minutos en bici a mi trabajo se me hacia un problema. Para comparar, hace unos dias hice un viaje de aproximadamente dos horas en bicicleta a un pueblo cercano, y mi record de distancia en la caminadora ha subido a 3.9 km (aunque ya tiene mas de dos semanas que no puedo ir al gimnasio por la cuarentena, pero eso es otro tema). Mi reto es llegar a los 5km antes de que acabe el mes, aunque considerando que ahora estoy corriendo en la calle, no se si sea posible. Pero la mejora es evidente.
En el camino, he tenido que lidiar con problemitas: acomodar el ejercicio en mi calendario, vencer la flojera y desidia que surge CADA VEZ que quiero ejercitarme, cultivar paciencia de no ver resultados inmediatos, incorporar preparaciones a las que no estoy acostumbrado, equiparme (hasta comprar pants es equiparse), y topes como rodillas lastimadas o cuarentenas internacionales.
El punto de este post no es un generico “si yo pude tu puedes”, ni una autofelacion sobre lo maravilloso que soy. De niño siempre fui deportista pero llevaba mas de veinte años sin hacer ejercicio, y no me considero alguien especialmente dotado geneticamente hablando. Mi condicion fisica es bastante promedio. El punto de este post es transmitir lo que vivi, de la mejor manera posible, con la esperanza de que tu, quien lo estas leyendo, te identifiques de alguna manera, y/o veas en mis experiencias algo que te ayude a encontrar tu camino. Pero si no pasa, hey, al menos ya leiste algo diferente hoy.
Cuando fui por segunda vez al gimnasio fue hasta Octubre, resultado de un desamor (como, aparentemente, la mayoria de las personas fuera de forma que ves en el gimnasio). Porque como resultado de un desamor? Porque despues de la depresion inicial, y el consumo desmedido de nuggets de pollo, viene un tipo de instinto de supervivencia que te dice “no, no acabes devorado por perros a tus 50 en tu departamento”, y te impulsa a cambiar. Diferentes personas cambiamos de diferente manera, pero para mi, fue dejar de estar matandome lentamente con sedentarismo, y darle un poquito de flujo sanguineo a los rincones de mi cuerpo que solo habian escuchado rumores acerca del oxigeno. Y, por encima de todo, para olvidar. Para nada me embarque en esto con la intencion de perder peso, “ponerme mamado”, ni verme bien desnudo – aunque algunos de esos objetivos se han ido incorporando poco a poco en mi camino, conforme he visto resultados. Pero inicialmente? Se trataba de dejar de pensar todo el dia en el mismo tema.
En la mayoria de los gimnasios te ponen un plan de accion, y si quieres el mio, es el siguiente (alterno un dia y un dia):
Dia 1: 10 min de remo, sentadillas con peso, tres ejercicios de brazo (pesas, barra, pesas), abdominales, 4 ejercicios de core (russian ball, plank, mountain climber, V-balance), 10 min de ergometro superior.
Dia 2: 20 min de eliptica, 20 min de caminadora, 10 min de escaladora, 10 min de bici.
Seguramente, los ejercicios que no tienen que ver directamente con correr me han ayudado a ser mejor en esto tambien, pero quiero enfocarme en el progreso que he visto en correr. En general, en todos los ejercicios he seguido un metodo similar.
Para empezar, ese plan de ejercicio es lo que hago AHORA, pero no empece asi. Empece con el objetivo de 10 minutos de caminadora. Obviamente, no se trata de caminar, y el primer dia que lo intente (alla por Noviembre), empece corriendo a un paso respetable de 6.5 kph. A los 5 minutos tuve que parar, adolorido de las piernas y sin poder respirar.
Aqui es donde muchas personas “ajustan”. OK, si no puedo 10, mi target sera 5. O a menor velocidad. O dejo de ir al gimnasio, y mira, hamburguesas! Y claro que pense todo eso. Las tres al mismo tiempo, durante los ultimos segundos en la caminadora ese dia. Lo pense mientras me cambiaba, lo pense en camino a casa, lo pense el dia siguiente (que tocaba la otra rutina), lo pense el dia siguiente a ese, cuando descanse. Y el dia siguiente a _ese_, realmente no queria ir. Y (siendo un dia de descanso del trabajo para mi) deje que pasaran las horas: 10am, 12pm, 4pm. Finalmente, a las 5pm, decidi al menos bañarme. Porque si, ni siquiera me habia bañado – a ese nivel pega la depresion y la desidia. Pero al final lo hice, y ya banado dije – hey, vamos un rato. Tal vez no haga los 10 minutos… pero hare lo mas que pueda. Y lo hare lo mejor que pueda. Y fui, aunque iba pensando todo el camino que no tenia sentido ir a hacer el ridiculo. Y llegue, y me cambie, y empece a correr.
Ese dia no hice un kilometro. Tampoco llegue a los diez minutos. Pero si corri mas que el dia anterior, y hasta le subi un poquito a la velocidad al final. Y el dia siguiente que tocaba correr, volvi a ir. Y otra vez, un poquito mas de distancia, y volvi a subirle la velocidad al final. Y otra vez, y en ese si llegue a un kilometro. Y celebre, OK, con una hamburguesa. Pero llegue al kilometro. Y segui corriendo.
Y asi fui. Noviembre. Poquito mas de distancia. “Si puedes, 100m mas que la vez anterior. Anda.” Le subia a la velocidad desde antes. Y le subia, otra vez, antes de terminar. Acababa en 7.5 (le subo de .5 kph en .5). En Diciembre, ya empezaba en 7. Llegue a los 2 km. No de golpe, claro. Poco a poco. 1.1, 1.2, 1.3… A veces no tenia mucho animo, y subia poco. De 1.3 a 1.35, tal vez. Pero subia. “Si puedes. No tienes hoy para 100m, pero tienes para 50m.” Y la siguiente ocasion, subele 50m. O 100m. Y sigo corriendo.
Estas escaladas jamas eran planeadas de antemano. Jamas me subia yo a la caminadora y ponia la distancia planeada. Era un acuerdo informal conmigo mismo: “tal vez hoy no suba, pero lo vamos a intentar.” Lo peor que podia pasar es que me quedara en la distancia anterior. Que no le subiera a la velocidad. “Si te quedas a la mitad hoy, no te preocupes, no te azotes. Vienes cansado. No pasa nada.” Me lo digo a mi mismo todos los dias, pero hasta ahora, NUNCA me ha pasado. Nunca tuve que vencerme a mi mismo, aunque siempre – desde entonces y hasta ahora – llega un momento a media sesion que tengo mis dudas. “Estoy demasiado cansado, hoy de plano no voy a poder continuar.” Pero siempre lo supero. “Un paso mas, cien metros mas, llega al siguiente kilometro y paras.” Para cuando doy el paso, o llego al siguiente kilometro, mi cuerpo ya encontro su ritmo. Y sigo corriendo.
Dos veces tuve que detenerme – una por un calambre en la pantorrilla, y otra porque mi rodilla no dejaba de doler. En ambas ocasiones descanse un poco, pero segui corriendo. No corri la misma distancia que la vez anterior – mucho menos subi la distancia – pero me acerque. Y la vez siguiente? Continue con el progreso, como si la ocasion anterior no hubiera ocurrido. Corrigiendo, claro – despues del calambre incorpore un platano a mi rutina previa, y despues de la rodilla use rodillera por un par de semanas. Pero segui corriendo.
En Enero fui de vacaciones a Mexico. Aunque solo llevo año y medio viviendo fuera de la ciudad donde naci, creci, y vivi el resto de mi vida, en ese corto tiempo mi cuerpo se ha acostumbrado a estos nuevos ambientes. Nivel del mar, clima frio – muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Y regresar a hacer ejercicio? Definitivamente me costo trabajo. Me tarde un par de dias en regresar a la distancia que ya habia logrado antes del viaje. Y claro, respirar es mas dificil alla. Pero logre hacer progresos. Y segui corriendo.
En Febrero me enferme. Me dio bronquitis y no podia respirar bien – y para colmo, estaba de viaje de trabajo, por lo que mi calendario no era el mismo (y para mi, todo cambio en la rutina dificulta seguir entrenando). Solo hice dos sesiones de caminadora en ese viaje, aunque debieron ser cuatro. Y ninguna de las dos fue particularmente productiva; en ninguna logre llegar a la distancia que ya llevaba anteriormente. Pero regrese, y aunque me costo trabajo, segui haciendo progresos. Y sigo corriendo.
El ultimo tope ha sido la cuarentena por COVID-19. Estoy haciendo trabajo remoto desde casa (otro cambio de rutina), y los gimnasios estan cerrados. Suena facil, transicionar a correr en la calle. Pero de verdad que es diferente, y me cuesta trabajo. Mi distancia maxima en el gimnasio es de 3.9km, en mi ultima sesion ahi. Pero en mi primera sesion en la calle apenas alcance 2.4km, y me estaba MURIENDO. Hoy intente otra, y logre subir a 2.9 km. Pero sigo muy lejos de mi nivel anterior. Parte es que el impacto del suelo es diferente (y cansa diferente en los pies), parte que la calle no se mueve sola (a diferencia de la caminadora), y aunque suene tonto, se requieren otros musculos en la calle, musculos que tal vez no he utilizado tanto. Y parte es que en la calle hace muchisimo frio! Hoy corri con sensacion termica de -1 Celsius. En el gimnasio, no se la temperatura exacta, pero facilmente esta por encima de los 15 grados – practico en short y playera extraligera y aun asi acabo empapado de sudor. El frio de la calle dificulta respirar, lo que a su vez dificulta la oxigenacion, y por tanto el desempeño. Pero seguire corriendo.
Como dije anteriormente, cada parte del entrenamiento ha sido asi. He subido el peso de mis pesas. He aumentado el tiempo y la resistencia en la maquina de remo (aunque recientemente lei que debo bajarle a la resistencia y subir puramente en tiempo). He subido la intensidad en la escaladora. Y asi, con cada ejercicio. Poco a poco, pero consistentemente.
Si hace seis meses me hubieran dicho que podia lograr estos resultados, me hubiera reido. Suena muy loco, cambiar tan dramaticamente de habitos. Pero… no ha sido dramatico. Ha sido gradual. Pero, eso si, constante. Y ese es mi insight. Tal vez es algo muy obvio, pero me ha costado mi trabajo entenderlo. La constancia es lo que me ha permitido llegar a este punto.
Siempre van a haber topes. Siempre van a haber dolores. La “barrier of entry” siempre va a estar ahi – al principio va a costar trabajo empezar. Y sobre todo, no rendirse.
Just keep running.